Viajemos un poco en el tiempo.
1921. Louisville, KY (EE.UU.). Un joven llamado Bill Reed inventa un filtro de aire para mejorar la seguridad en los procesos de fabricación, y con ello funda una de las empresas más antiguas en filtrado de aire industrial; American Air Filter.
Un siglo después, AAF (American Air Filter) es una empresa líder activa en más de 22 países, con un gran portfolio de soluciones que cubren las casuísticas en sectores como el metalúrgico, el alimentario o el farmacéutico. Una buena situación empresarial que requería de una reflexión. Una anticipación que solo unos pocos se atreven a tomar, bajo la máxima de que es exactamente cuando todo va bien que debemos pensar en el cambio.
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Un replanteamiento que comienza con proyecto aparentemente sencillo; el rebranding completo de una de sus gamas de filtrado; Optiflo. Un rebranding donde se busca potenciar la versatilidad, sencillez e innovación de una gama que vela por las personas y el entorno, para que disfrutemos de una aire mucho más puro.
Un proyecto que desde un inicio mostró un potencial enorme a nivel visual y tono narrativo.
Tras una fase de exploración y concreción de plataforma de marca, concretamos un nuevo naming que nos ayudaría a trasladar mejor nuestra propuesta de valor y personalidad. Ese nombre fue AIVY, un juego de letras que hacer referencia al origen (American) y al futuro, uno más verde, tomando prestado el nombre de una de las plantas más purificadores que existen en el planeta, la hiedra (IVY)
Una nueva etapa requería que rompiéramos con los códigos tipográficos habituales de AAF. Para ello creamos una tipografía ad-hoc sin serifa e impactante, que nos ayudaría a transmitir con rotundidad nuestro nuevo mensaje a la vez que rendía homenaje a la historia de la marca con su aire retro.
Una de las máximas del briefing del cliente era romper con el registro habitual del sector y sus competidores. A la tipografía original, a un mayor uso del color rojo y a una maquetación donde primaría el menos es más, le añadimos un estilo fotógráfico bien definido.
Imágenes relacionadas con el mundo del aire, sus formas y sus efectos donde prevalece un estilo étereo, atemporal y limpio (como el aire al ser filtrado) se une a imágenes de entornos naturales y verdes donde ubicamos nuestras máquinas.
Mientras que el polvo, protagonista de ese aire que filtramos, encuentra su metáfora en la arena de los desiertos.
A la conclusión de la nueva identidad visual y narrativa de la AIVY, le sucedió una campaña de lanzamiento en dos etapas, con un registro narrativo fresco y con ritmo, y gráficas que jugarían con la metáfora y la creatividad para trasladar a la marca a un mundo sugerente y llamativo.
Un proyecto objetivamente pequeño que ha terminado siendo enorme en sentido y significancia. Por su fuerza disruptora dentro de la compañía, por haber renovado la ilusión de su equipo, y por haber sido capaz de abrir una nueva etapa a nivel global.
Aivy ha supuesto un primer paso hacia un futuro más verde, más innovador…pero sobre todo, infinitamente prometedor para American Air Filter.
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