A este evento interno acudieron antiguos y actuales trabajadores y se buscó crear un tono emocional a través de todas las piezas. Un vídeo testimonial inesperado, un mensaje. personalizado para cada uno, y un ambiente en mesa que a través de su diseño incitaba a la conversación abierta y sincera. Y es que en este cena buscamos crear conexión, transmitir agradecimiento y cohesionar aún más el grupo para ilusionarnos juntos con el mañana.
Para la ocasión se creó una lámina homenaje a estos 50 años con las palabras a través de recogidas a través un cuestionario. Con estas palabras programamos un algoritmo que generaba diferentes patrones sobre una base definida previamente, que podía ser el logotipo o la mano del fundador Antton, algo que nos ayudaba además a reforzar con sus cinco dedos, estas cinco décadas.